En esta segunda actividad hemos modificado el cuento de Todo tipo de pieles,para niños de 3 años, el el que nos contó nuestra profe es precioso por cierto, asique si no lo habéis oido aún ,corred y leerlo antes de que comience mi adaptación....
TODA CLASE DE PIELES
Esto era una vez ,que
yo sabía un cuento, pero se me quedó dentro y no me acuerdo, voy a ver si me
sale otra vez…
Había una vez, en un
país muy lejano, una reina y un rey que se querían muchísimo.
La reina era la mujer
más guapa del mundo: tenía un pelo rubio larguísimo y unos ojos tan verdes como
el color de la hierba. Todo el pueblo se lo decía continuamente. Su marido, el
rey del castillo, la quería mucho y hacía todo lo que su reina le pedía.
Como los reyes se
querían tanto decidieron tener un bebé, y tuvieron una hija a la que llamaron
Andrea. Los tres eran muy felices y se querían mucho; se pasaban horas jugando
los tres juntos porque se lo pasaban genial.
Andrea era tan guapa
como su madre, la reina Isabel: tenía el pelo largo y rubio como su madre y los
ojos azules como el color del mar. Cuando la princesa cumplió 17 años, sus
padres le dijeron que en un año tendría que encontrar un príncipe con el que
casarse. Para ello, los reyes organizaron bailes en el castillo y la princesa
conoció a muchos príncipes, pero ninguno le gustó: la mayoría de los príncipes
eran muy guapos y estaban siempre arreglándose para estarlo más aún, pero eran
antipáticos y no eran cariñosos con la princesa.
La princesa, cansada
de no encontrar a ningún príncipe que le gustase, decidió salir por la mañana a
dar una buena con su caballo Café, un caballo blanco y marrón que parecía estar
dibujado, ya que sus manchas eran perfectas y era tan suave como un osito de
peluche.
Andrea llegó hasta un
riachuelo donde decidió parar para que Café bebiera un poco de agua. Allí se
encontró a un joven apuesto, alto y guapo, con el cabello moreno. Parecía un
príncipe, pero no le había visto en ninguno de sus bailes.
El príncipe se llama
Roberto. Le pidió ayuda a la princesa porque había perdido su caballo y no
podía volver a su palacio.
Andrea le llevó a su
palacio, donde le presento sus padres, el rey y la reina. Los reyes invitaron a
comer al príncipe y enviaron un carruaje para que pudiese volver a su palacio.
El joven y guapo
príncipe Roberto, para darle las gracias a la princesa, le envío un abrigo que
estaba hecho con todo tipo de pieles de animales, con todos lo que uno se puede
imaginar. Pero pasaron los meses y no se volvieron a ver.
La princesa seguía
yendo al mismo riachuelo donde se encontraron por primera vez, pero él jamás
volvió.
Cuando quedaban pocos
días para que la princesa cumpliera 18 años, los reyes decidieron organizar un
último baile. La princesa, muy triste porque no había vuelto a ver a Roberto,
decidió ponerse el abrigo que él la había regalado y se manchó la cara con
pinturas negras para parecer que estaba sucia.
Los reyes se enfadaron
con la princesa al verla vestida de esas maneras, pero no pudrieron hacer nada
porque la princesa se negaba a cambiarse de ropa.
Una vez que comenzó el
baile, los príncipes de los diferentes reinos miraban a la princesa de forma
extraña y ninguno parecía querer bailar con ella. Le miraban el abrigo y se
decían entre ellos: “vaya princesa más desaliñada, no como nosotros que siempre
arreglados y perfectos para cada ocasión”.
Hasta que, de repente,
apareció al final del salón un joven guapo, alto y moreno. Su cara le era
familiar: era Roberto.
Cuando el príncipe se
acercó, a la princesa le empezó a latir muy rápido el corazón. Roberto la saco
a bailar y le comentó que su padre le había llevado por todo el mundo para que eligiese
a la mujer con la que tendría que casarse. Pero Roberto se dio cuenta de que
era con Andrea con quien realmente quería casarse. En ese momento él se sacó un
anillo del bolsillo y le pregunto:
-
“Princesa,
¿Querrías casarte conmigo? Prometo cuidarte y amarte para siempre”.
A lo que la princesa
le contesto:
-
¿Aun estando tan desaliñada y descuidada?
El príncipe la
contestó:
-
“Siempre
te querré. Y para mí estás guapa con todo tipo de pieles”.
Se dieron un largo
beso y finalmente se casaron.
Y coloriiiiin colorado
este cuento se ha acabadooooooo, si quieres que te lo repita otra vez, cierra
los ojos, y cuenta hasta treeeess¡¡¡=)
Enlace de interés:
http://www.elhuevodechocolate.com/cuentos/cuentos7.htm
Está bien, pero te has cargado dos elementos esenciales del cuento:
ResponderEliminar- La princesa debe huir de su casa, a pesar de querer a su familia, porque no puede aceptar la obligación que le imponen.
- La protagonista debe conseguir que se enamoren de ella por su astucia y no solo por su belleza.